Los docentes durante los ciclos primarios y secundarios del proceso educativo son esenciales para hacer del niño y el adolescente seres humanos que piensan y reflexionan sobre los procesos y circunstancias que ocurren en nuestro país, y en otras partes del mundo. Importa mucho la acumulación de conocimientos, pero también el crecimiento educativo que se exterioriza en la comprensión de los hechos que ocurren, y las decisiones que se toman luego de tamizar los mismos y que superen el filtro de los valores apoyados en el deber ser (Constitución, leyes, ética y moral). Me ha impresionado mucho un video que muestra la entrada a la estación de subterráneo de Estocolmo, Capital de Suecia. Se veía una cantidad de molinetes los cuales podían ser atravesados luego del pago respectivo. Pero existía, en el medio de ellos, un molinete, el cual podía ser usado por aquellas personas que, por cualquier motivo no tuvieran dinero para pagar su pasaje. Un argentino que reside transitoriamente en dicha ciudad, le manifestó a una empleada del subterráneo, influenciado quizás por la habitual viveza "criolla", que es posible que una persona tenga dinero y sin embargo opte pasar por dicho molinete que garantiza la gratuidad. La joven empleada, lo miró con curiosidad y transparencia al autor de dicho comentario y dijo: "¿ Pero por qué ese señor haría eso?. El compatriota se quedó sin poder hacer ningún comentario más, pagó su pasaje, pasó a través de uno de los molinetes, haciendo lo propio, a continuación, otros pasajeros que también habían pagado su pasaje. El paso libre, continuó vacío.
Queda claro que el valor que se ha privilegiado es el de la "honestidad", y nadie duda que en función de dicho valor, los que pasen a través del molinete gratuito serán realmente los que no tengan dinero para pagar el pasaje.
En Argentina, debemos mejorar la calidad educativa, y la honestidad, como muchos otros valores marcados por el "deber ser" deberán recuperar la jerarquía que solían tener para la mayoría de la población de nuestro país.
En nuestro sistema político e institucional, no deberían existir los fueros parlamentarios. Los mismos candidatos que se presentan a un acto eleccionario, deberían de abstenerse de presentarse como tales, cuando estuvieran imputados de haber cometido actos deshonestos en el ejercicio de la función pública, y la actividad privada. Y los ciudadanos también deberían privilegiar el valor supremo de la "honestidad", no votando a ningún candidato que tuviera procesos en sede judicial, porque los que representen a nuestro país deben tener antecedentes intachables en lo legal, lo ético y lo moral.
Miguel Angel Di Ranni
04.09.2019