Tratemos de
pensar sobre el futuro de muchas personas que no conoceremos. Que ellos, en
dichos momentos por venir, ya estarán habituados a que la gente piensa prioritariamente en lo
que es bueno para el país. Todos estarán acostumbrados a respetar los valores:
la Constitución, las leyes, la ética, la moral. Todas las situaciones que
impliquen ejercer una acción, se descuenta que agrega valor para todos, que no
se espera ningún acto de corrupción, que es más importante el bienestar de
todos, que el propio. Adicionalmente, todos tienen claro que nuestra
participación, por determinadas habilidades que poseemos, garantiza el mejor
resultado posible porque en los momentos por venir, todos tendrán la sabiduría que
para administrar a las organizaciones, del Estado o privadas, es necesario
tener conocimientos y experiencia en haber administrado recursos. Administrar
implica saber qué hay que hacer para asegurar la mejor eficiencia para nuestro
país.
En esos
momentos futuros, todos se acuerdan de momentos críticos que se generaron en un
pasado en los cuales no se le daban prioridad a los valores, y donde la
prioridad estaba puesta en beneficiarse personalmente, en lugar de buscar el
bien común.
Hasta que en un
momento determinado, la gente empezó a advertir que el cumplimiento de las
normas, el comportamiento con ética y moral, el combate del delito y de la
corrupción que privilegiaba el bienestar personal en lugar del bienestar
público, el poder volcar las recaudaciones tributarias y los préstamos
obtenidos a cubrir necesidades de los habitantes que estaban postergadas por
años, a entender que la educación es la única manera de hacer crecer al país, y
a los habitantes que mayoritariamente pueden acceder a la educación pública.
Cuando se entendió que la búsqueda de la justicia no discrimina a quienes
quebrantan la ley, y son sancionados tanto los que tienen poder económico, como
los que no lo tienen. Que no hay excepciones de ningún tipo, para nadie. Que las
normas están para ser cumplidas. Que la comprensión y solución de los problemas
están asociados a la educación más amplia y más profunda, a través de todos los
años de nuestras vidas.
Si sabemos
tomar decisiones sensatas ahora, los que estamos en estos momentos de nuestra
historia, estamos pensando y
garantizando un futuro mejor para personas que no conocemos hoy, pero que
seguramente nos agradecerán en los años por venir.
Miguel Angel Di
Ranni
21.10.2017