¿Cuál es la razón por la cual Argentina tiene crisis
recurrentes?
Hay una percepción equivocada, de
los políticos, sobre cuál es el rol del Estado y cuáles son los límites, desde
lo financiero, para llevar adelante las funciones que están a su cargo. Toda
entidad, y la familia es una de ellas, también una empresa, y por supuesto el
Estado, sabe que necesita recursos para llevar a cabo las funciones que le son
propias. Por tanto, hay que ser conscientes que lo que se puede hacer depende,
como máximo, de la cuantía de los recursos financieros que se disponen.
Los recursos financieros
esencialmente dependen de la recaudación tributaria que se logra a través de
todo el año o ejercicio fiscal. Dichos ingresos tienen que alcanzar para poder
encarar todas las funciones que le son propias del Estado y para cancelar los
vencimientos en el ejercicio anual por capital de la deuda existente y los
intereses que se paguen anualmente derivados de toda la deuda que haya
contraído el Estado. Pueden existir ingresos de fondos que provienen de
financiamientos a largo plazo que tome el Estado para realizar inversiones de
largo plazo para ejecutar lo que se conoce como obra pública. No debería
existir toma de deuda financiera para financiar los egresos corrientes, y si la
hubiera, debería ser por lapsos medidos en meses. La deuda de largo plazo que se incorpore, debe
ser para el financiamiento de nuevos proyectos de obra pública, o para cancelar
vencimientos de deuda financiera existente por proyectos de obra pública
llevados a cabo en períodos anteriores.
Los políticos, y los periodistas,
como vehículos de información y opinión, deberían capacitarse en los temas de
administración de recursos, y de esa manera saber que el equilibrio
presupuestario es importante. Los acreedores financieros observan con
preocupación cuando un Estado muestra déficits financieros en su presupuesto
anual, y en algún momento ello puede originar que se interrumpan los
financiamientos para obra pública nueva, o los nuevos financiamientos que
sustituyan parcial o totalmente deuda financiera de largo plazo existente por
proyectos ya llevados a cabo.
La disciplina fiscal, con
equilibrio presupuestario recurrente, la ausencia de emisión de la moneda de
curso legal como medio de financiamiento
de déficits fiscales, origina previsibilidad del comportamiento de un país,
frente a otras naciones.
Los ciudadanos deben bregar para
que se cumplan con las obligaciones tributarias por parte de sus semejantes.
Deben cuestionar severamente, especialmente a través del no voto, a aquellos
gobernantes que no cumplen con las previsiones constitucionales, legales, con
la ética y con la moral, o cometan actos de corrupción, sustrayendo los dineros
públicos para beneficio propio.
¿Cómo puede ser que luego de
tantos gobiernos pasados haya muchas localidades a las que todavía no les haya
llegado el agua potable a través de los ductos correspondientes, o que no haya
un sistema cloacal para mejorar los aspectos sanitarios para muchas familias?. ¿Cómo
puede ser que no haya habido un plan sistemático para pavimentar las calles, o
agregarle el alumbrado público para mejorar la convivencia y la seguridad?.
Para poder atender de una manera
sistemática y sin interrupciones todas esas cosas que agregan confort y
salubridad a la convivencia en muchos barrios es que el Estado debe cuidar sus
ingresos tributarios y debe tener los costos de funcionamiento que debe tener,
cuidando que no falte personal para hacer las cosas, pero también cuidando que
no haya un exceso de personal que no se necesita. La mejora en la productividad
de los empleados públicos es fundamental, para que dichos funcionarios se
sientan útiles en lo que hacen, y para que pueda volcarse más dinero del Estado
a ejecutar actividades para mayor cantidad de gente a quienes todavía no pudo
llegar una modernidad más plena.
Miguel A. Di Ranni
06.07.2017