Hoy el ajuste de la jubilación se produce en un 50% teniendo en cuenta
la variación de los recursos tributarios por beneficio (netos de eventuales
aportes del Tesoro Nacional de la Seguridad Social), y en un 50% por la
variación del índice general de salarios publicado por el INDEC
ó por la variación del índice RIPTE (remuneración
imponible promedio de los trabajadores estables), lo que resulte
mayor.
La propuesta que se conoce es que el ajuste se haga el 70% por el
aumento de precios y el 30% por la variación del índice
RIPTE.
Como yo lo veo, en el futuro inmediato, si hay que corregir distorsiones
para hacer a la economía competitiva, lo más probable es que se afecte hacia
abajo la variación de los recursos tributarios por beneficio (netos de
eventuales aportes del tesoro nacional de la seguridad social), sea porque se
reduzcan los aportes patronales y/o las retenciones para salarios de menor
valor absoluto, por lo cual la incidencia de dicho 50% perderá entidad, no así el
segundo 50% que entra en la ecuación de la actual ecuación para la
actualización de los haberes.
En cambio con la nueva propuesta que se formula, en un 70% se la vincula
con la inflación, no atándola, en consecuencia, a los recursos
tributarios por beneficio. El otro 30% por la variación del índice RIPTE, que
también integra la fórmula actual.
La propuesta a mi juicio aparece más libre de manipulación o de mala
praxis de los gobernantes, que la que rige actualmente, excepto el caso si se
vuelve a manipular el INDEC, pero esto último, si se diera, afectaría al actual
esquema como también al propuesto.
Ahora bien, el tema, por lo tanto, se reduce, a hacer un adecuado acople
del actual sistema con el nuevo que se propone, para ser lo más equitativo posible,
teniendo en cuenta que como se trata de series que representan flujos, para
saber si uno es mejor o peor que el otro, habría que hacer un valor actual de
las dos series, con premisas de futura evolución de los términos que entran en
la fórmula que existe hoy y en la fórmula que se propone. formulando hipótesis
para los próximos 10 a 15 años, por lo menos, y actualizando con una tasa de
mercado al momento 0 (momento del cambio).
No es posible decir si un sistema es mejor que otro, analizando sólo los períodos inmediatos al cambio formulado.
Mi percepción es que la nueva propuesta evita que en el futuro el
ingreso por haberes jubilatorios esté sujeto a los vaivenes por variación de
los recursos tributarios por beneficio (netos de eventuales aportes del Tesoro
Nacional de la Seguridad Social).
Es equivocada la afirmación que en el día de la fecha he leído en un
diario matutino, en su versión electrónica, que los jubilados terminarán resignando un
porcentaje importante originado en el cambio de sistema para la, determinación de la
actualización de los haberes. Seguro que no están tomando en cuenta, los
efectos adversos que pueden originarse en el futuro, por las variaciones negativas en el sistema
actual, de los recursos tributarios, cuando se vayan implementando las
reducciones de aportes patronales o retenciones, con destino al sistema
previsional, para mejorar la competitividad salarial, incrementar los puestos
de trabajo, y disminuir la pobreza.
Miguel Angel Di Ranni
11.12.2017