El siguiente ejemplo es
meramente ilustrativo, tanto en materia de remuneración como en la distribución
de las distintas calidades del gasto. Sólo pretende mostrar que cuando un
servicio deja de ser cobrado a su verdadero costo, las personas tienden a
cubrir con otras erogaciones y ahorro, lo que deja de pagarse en materia de
servicios por energía y agua. Cuando el Estado pretende recuperar el precio de
los servicios a su valor de costo, hay, naturalmente, resistencia a resignar
las erogaciones o el ahorro sustituto que habían reemplazado al monto liberado por
el congelamiento tarifario.
Una persona tenía una remuneración de 4.000 pesos, y
distribuía dicho ingreso en los siguientes conceptos:
Alimentos, salud y costos de habitación 2400 60%
Educación 800 20%
Gas, electricidad, agua 400 10%
Esparcimiento y
similares 400 10%
100%
Luego de 12 años la remuneración creció a 32.000 pesos, y distribuía dicho ingreso en
los siguientes conceptos:
Alimentos, salud y costos de habitación 19200 60%
Educación 6400 20%
Gas, electricidad, agua 400 1,25%
Esparcimiento y similares 4500 14,06%
Ahorro 1500 4,69%
100 %
Sinceramiento tarifario:
Alimentos, salud y costos de habitación 19200 60%
Educación 6400 20%
Gas, electricidad, agua 3200 10%
Esparcimiento y similares 3200 10%
Ahorro 0 0%
100%
Conclusión:
Gas, electricidad, agua
ocupaba el 10% de la remuneración, y luego de 12 años ocupó el 1,25% de la misma. El monto liberado por la no
actualización del costo real de la energía y agua, fue ocupado por un mayor
porcentaje destinado a esparcimiento y similares, y ahorro.
Cuando se produce el sinceramiento
tarifario, si se pretende pagar el costo real de la energía, debe ajustarse el
rubro (en el ejemplo) esparcimiento y similares, y resignar el ahorro. Si no
se hace dicho reajuste, el subsidio que tiene que dar el Estado, va a tener que
ser financiado con endeudamiento, o con mayores impuestos, o con mayor
inflación.
Saludos.
Miguel Angel Di Ranni
11.07.2016