La Constitución Argentina y las
leyes descansan, como recurso de última instancia, en las personas físicas.
Queda claro que a través de los años, los que han organizado la estructura
normativa de un país, han pensado en las personas físicas como la reserva moral
y ética que han de impedir que se logren los fines sin importar que para ello
se vulneren las instituciones existentes en la Nación.
Los tres poderes de nuestro país,
y todas las organizaciones jurídicas que existen en el mismo exteriorizan su
comportamiento o conducta a través de las personas físicas.
Cada persona física puede tener y
defender una ideología política, pero en el accionar teórico y práctico, dicha
ideología nunca puede prevalecer por encima de la Constitución y de las leyes vigentes en nuestro país. Esto
quiere decir que las personas físicas deben sentirse libres y no acatar la
disciplina partidaria cuando la propuesta es manifiestamente inconstitucional,
ilegal o contrario a lo ético y moral.
Las personas físicas deben
exteriorizar su conducta de acuerdo al deber ser. Para ello es muy saludable
para las instituciones de la Nación que hagan oír su opinión en toda propuesta
que se advierta claramente que constituye un quebrantamiento de la Constitución
y/o de las leyes, y que, en última instancia, no acompañen con su voto lo que
se propone, aunque medie la argumentación autocrática de la disciplina
partidaria.
Es que los partidos políticos
nunca pueden estar por encima de las personas físicas, si lo que sustentan es
manifiestamente inconstitucional o ilegal.
Por ello se hace ineludible
mejorar sustantivamente la educación, concepto este que implica no sólo
conocimiento sino exteriorización de la conducta o comportamiento en un
contexto del deber ser o apego irrestricto a todas las normas vigentes.
Es importante reforzar en la
instrucción primaria, secundaria y universitaria los conceptos esenciales de
educación democrática e instrucción cívica, además de ética y moral.
Asimismo, determinadas funciones
en el Poder Ejecutivo y todos los cargos electivos del Poder Legislativo,
deberían requerir la acreditación de cursos de concurrencia obligatoria que
aseguraran un conocimiento profundo de la letra y el espíritu de la
Constitución, de educación democrática, de instrucción cívica, de ética, moral, y la
importancia para un país de demostrar el acatamiento irrestricto a las leyes, de
una manera permanente.
Estimo muy útil que todas las
radios y medios de comunicación organicen programas adecuados de instrucción
cívica, educación democrática, y sobre la importancia de acatamiento a la Constitución y
a las leyes, como forma de funcionamiento permanente de un país, lo cual ha de asegurar
previsibilidad y crecimiento, para los habitantes de nuestro territorio, como
también para los terceros que quieran venir e invertir en nuestro país.
en la Universidad de Buenos Aires
Facultad de Ciencias Económicas
12.05.2015