Hay un factor que conspira mucho contra la calidad en el desarrollo educativo del estudiante universitario: una gran mayoría de los estudiantes universitarios, en la República Argentina trabajan a tiempo completo, es decir un mínimo de 8 horas diarias. Dicha necesidad de tener un trabajo a tiempo completo, se debe a que en una gran mayoría de hogares el aporte económico del joven de entre 18 y 25 años es imprescindible, sea para atender sus propias necesidades económicas o las del núcleo familiar al cual pertenece. El punto es que el estudio universitario requiere como mínimo de unas 6 horas por día, además del tiempo de concurrencia a las clases dictadas en la universidad. Ello si se pretende mejorar la calidad y profundidad de lo que el alumno tiene que estudiar. Esa necesidad horaria mínima sugerida es fundamental por cuanto el graduado universitario integrará distintas organizaciones, privadas y públicas, en carácter de responsable de los grupos de trabajo, o directamente como persona clave en las decisiones de cada una de dichas organizaciones.
Esta concepción o enfoque de estudio de inmersión, dedicación excluyente al estudio, al menos mientras no se cubra entre el 60 y el 80 por ciento de la duración total de la carrera universitaria, permitirá tener una dedicación plena, en un marco de tranquilidad que favorezca el clima intelectual, creativo, de reflexión, de indagación y de investigación, sin estar condicionado por la urgencia, o por el desenfoque de superponer distintos objetivos de distintas jerarquías.
La propuesta es desarrollar un sistema de becas para los estudiantes universitarios, consistente en un pago mensual, asimilable a una remuneración laboral a tiempo completo, a lo largo del desarrollo de entre el 60% y el 80% de la duración prevista de la carrera universitaria, a condición que el alumno se dedique a los estudios universitarios a tiempo completo.
Por un lado habrá oferentes de cantidades determinadas de becas, las cuales deberían ser cubiertas en función de las calificaciones obtenidas por los postulantes a lo largo de los estudios secundarios. El oferente tendrá la responsabilidad de mantener las becas ofrecidas por un lapso no inferior al 60/80% de la duración normal prevista de la carrera, pudiéndose reducir dicho lapso solamente por cuestiones de evolución financiera o económica de la entidad que promociona la beca, o por incumplimientos del becario en cuanto a no tomar un trabajo mientras dure la situación de beca, o porque las calificaciones obtenidas por el becario en el desarrollo de los estudios universitarios no testimonian una calidad en los estudios acorde a la dedicación buscada, pre avisándose de tal situación con una antelación no menor a un año en que se discontinuará dicho beneficio.
Los oferentes de las becas, podrán ser organizaciones privadas, o públicas (nacionales, provinciales o municipales), o entidades autónomas o autárquicas. Las mismas universidades podrán ofrecer una cantidad de becas determinadas, cuyos costos se financien a través de sus propios ingresos, o de economías de costos, prestaciones de servicios que realice la propia universidad, o ingresos originados por capacitación de postgrados, aranceladas.
Seguramente entre el universo de alumnos seguirán coexistiendo los que hayan logrado una beca, los que no necesitan la beca porque los recursos económicos familiares le permiten no trabajar y dedicarse por entero al estudio, los que no hayan logrado la beca y se dedican a trabajar no más de 4 horas por día, pero aprovechan el resto del día para estudiar con mayor intensidad, y finalmente los que no hayan logrado la beca, y tengan necesariamente que trabajar a tiempo completo. Estos últimos tendrán que replantear la duración total de la carrera, extendiéndola, para poder atender las mayores exigencias del estudio de cada materia que vayan realizando.
Lo que es claro que el mantenimiento de la coexistencia de estudios universitarios concomitantemente con la ejecución de actividades laborales a tiempo completo, por parte del estudiante universitario, ajusta por el lado de la calidad de los estudios logrados por el graduado, alcance y profundidad de los cuales el graduado tiene que subsanar a posteriori de su egreso. Las estadísticas recientes que se conocen, de comparaciones de los estudios universitarios a nivel internacional, están testimoniando la pérdida de posiciones que se observa por parte de nuestro país. Los perjudicados no resultan solamente los propios estudiantes universitarios, sino el resto de los habitantes y el país todo, que necesita dirigentes y hacedores que hayan analizado y profundizado los conocimientos sobre la especialidad elegida.
Hoy en día se observa que el graduado universitario obtiene el título correspondiente, pero necesita entre 3 y 5 años de capacitación adicional, para lograr estar a tono con la extensión de la temática, la profundidad de la misma, que demanda el mercado laboral.
Para las organizaciones, el ser oferentes de estos estímulos para los alumnos que terminan la escuela secundaria, es de una importancia esencial, porque la calidad de los graduados universitarios que se vaya logrando, una vez que decanten las consecuencias de un estudio intenso a nivel universitario, notablemente mejorado, luego de haberse intensificado las horas de estudio, se va a notar de una manera nítida en la calidad de los gerentes y directivos de las organizaciones, y asimismo, en la calidad de los dirigentes de la cosa pública, con la influencia notable de haber profundizado los aspectos técnicos específicos, pero también con la seguridad que dichos dirigentes tendrán internalizados los valores de la legalidad, de la legitimidad y de la ética en la conducta, y munidos de un espíritu de sacrificio para el logro de los objetivos que beneficien fundamentalmente al país.
Entiéndase que la dedicación exclusiva al estudio universitario permitirá una lectura intensa de bibliografía esencial, una reflexión sobre la misma, la preparación de material escrito que refleje el pensamiento del estudiante, sobre una diversidad de temas específicos, una exposición oral de dichos temas, para desarrollar una capacidad de oratoria y una adecuada fundamentación de las ideas que abonan su posición, más una permanente actualización de temas de importancia en nuestro país, que puedan ir encarándose, en el marco de valores legales y éticos.
Para las organizaciones, el ser oferentes de estos estímulos para los alumnos que terminan la escuela secundaria, es de una importancia esencial, porque la calidad de los graduados universitarios que se vaya logrando, una vez que decanten las consecuencias de un estudio intenso a nivel universitario, notablemente mejorado, luego de haberse intensificado las horas de estudio, se va a notar de una manera nítida en la calidad de los gerentes y directivos de las organizaciones, y asimismo, en la calidad de los dirigentes de la cosa pública, con la influencia notable de haber profundizado los aspectos técnicos específicos, pero también con la seguridad que dichos dirigentes tendrán internalizados los valores de la legalidad, de la legitimidad y de la ética en la conducta, y munidos de un espíritu de sacrificio para el logro de los objetivos que beneficien fundamentalmente al país.
Entiéndase que la dedicación exclusiva al estudio universitario permitirá una lectura intensa de bibliografía esencial, una reflexión sobre la misma, la preparación de material escrito que refleje el pensamiento del estudiante, sobre una diversidad de temas específicos, una exposición oral de dichos temas, para desarrollar una capacidad de oratoria y una adecuada fundamentación de las ideas que abonan su posición, más una permanente actualización de temas de importancia en nuestro país, que puedan ir encarándose, en el marco de valores legales y éticos.
Miguel Angel Di Ranni
30.10.2012