Garanticemos que todos
tengamos el derecho a vivir.
La convivencia de los seres
humanos puede tener momentos de conflictos que los separan.
Pero a esta altura de
nuestra civilización las discusiones pueden plantearse dentro de un contexto de
valores, como el derecho a la vida, la legalidad, la ética, la moral. Ese
contexto debe ser el marco de referencia para poder discernir sobre otros
aspectos diferentes y de menor jerarquía que los valores mencionados. Lo que no puede justificarse es volver a
replantear la discusión sobre estos mismos valores. El derecho a la vida es un
derecho de todo ser humano a partir del momento de la gestación, y el Estado
debe proteger el ejercicio de ese derecho.
El derecho a la vida, es uno
de los valores que no se discuten ya entre los seres humanos. Nadie tiene
derecho a quitarle la vida a una persona
que es una realidad o que tiene todo el
derecho de llegar a serlo. Debo señalar que me resulta sorprendente que
se pueda considerar querer defender un derecho para lo cual la consecuencia es
impedir que otra persona pueda hacer valer su derecho a la vida.
El enunciado general es el
derecho a la vida, por lo cual, no se compadece en un Estado jurídicamente
organizado que otorgue, a través de una ley, la autorización para que una
persona prive de la vida a alguien que tiene naturalmente dicho derecho desde
la gestación. El Estado puede, vez por vez, intervenir cuando se pueda plantear
el derecho a la vida entre un ser humano que tiene ya vigente dicho derecho, y
otro que ya lo tiene pero en expectativa, cuando exista alguna razón de
enfermedad o dolencia, de uno de estos dos seres, que pone en riesgo de muerte
al otro
El Estado no puede
despenalizar a una persona que prive del derecho a la vida a un ser en
gestación mediante el aborto.
El Estado debe asegurar que
todo proceso de gestación, hasta el alumbramiento, tenga la atención médica que
corresponde dentro de las instituciones hospitalarias que actúan como
prestadoras a través del servicio de obra social, y, luego del nacimiento, que
exista un procedimiento ágil para asignar en adopción para aquellos casos en
que la madre no pueda o no quiera hacerse cargo del recién nacido.
El derecho a la vida debe
ser garantizado por el Estado a través del control efectivo para que se respete
dicho derecho, e impidiendo y sancionando a los que quitaran a otro ser, el
derecho a vivir.
Miguel Angel Di Ranni
11.07.2018