Darse cuenta es una expresión que utilizo muy a
menudo para señalar la importancia que tiene la persona física, en cualquier actividad, para interpretar algo que llega a su
intelecto, de resultas de lo cual, tiene que producir una determinada acción o respuesta
a ese estímulo.
La suma de los comportamientos individuales
determina el comportamiento colectivo, pero en algunas ocasiones el
comportamiento individual puede tener una trascendencia enorme, por las
consecuencias políticas o sociales que ello puede implicar, cuando la persona
física tiene un determinado role en un sujeto de derecho o en una institución.
El darse cuenta es primeramente evaluar el tema
a resolver, haciéndolo pasar por el tamiz de los valores, es decir, teniendo
muy claro el “deber ser”, o sea el que tiene en cuenta el marco institucional,
las leyes, la ética y la moral. ¿El problema que me llega a mí, quien me lo
plantea y de la manera que me lo
plantea, tiene en cuenta el deber ser? Luego de mi elaboración como persona
física, la respuesta que estoy por dar yo, ¿tiene en cuenta el deber ser?
Lo esperable es que todo ser humano dé una
respuesta acorde al deber ser, aunque ello no se compadezca con el sentir de un
grupo mucho más amplio que mostrara preferencia por una decisión distinta de la
que dicha persona física ha producido.
La reserva moral de un país se mide por las
voluntades individuales de las personas físicas dispuestas a obrar con el deber
ser y a hacer más cosas que las que obligatoriamente tiene que hacer, dentro de
ese marco, para asegurar los resultados. Toda persona física, en la ejecución
de su trabajo, debe tratar de hacer algo más que lo que está definido como “descripción
del puesto de trabajo”. Un juez cuando emite una sentencia en contra de quien
ha ejercicio violencia física contra su cónyuge o un hijo, debería arbitrar los
medios para que adicionalmente el victimario tenga que participar en una serie
de charlas en las que se le muestren las derivaciones o consecuencias que su
accionar tiene en detrimento de las víctimas. No hay que subestimar los efectos
de estas charlas esclarecedoras, en lo mediato, en el comportamiento de quienes
las reciben.
Un jefe
en una oficina administrativa tiene que asegurarse, luego de haber transcurrido
un tiempo razonable del ingreso de un
nuevo empleado, que el desempeño de éste
sea razonable, que hay alguien que le sigue brindando capacitación, y que no
exista alguna dificultad que tiene la persona ingresada que pudiera allanarse
de alguna manera.
Toda decisión tomada por una persona física, es
esclarecedora por sí misma, pero también obra como ejemplo de quienes toman
conocimiento de dicha decisión. Si para promover en un curso, las condiciones
son rendir y aprobar tres exámenes parciales y haber concurrido más del 75% de
las clases, el profesor debe contemplar ambos aspectos para llegar a promover a sus alumnos. Si la comisión de delitos es penada con independencia de quienes son los que los cometen, todo ser humano
recibe una información muy clara del alcance general que tiene la sanción por el quebrantamiento de una ley.
El darse cuenta en el ejercicio de toda
actividad es sumamente importante. Es tomar distancia equidistante de todos los
actores que se mueven en torno de una actividad, y pensar, reflexionar y
proyectar los efectos posibles según la decisión que fuera factible tomar por parte
de quien tiene esa disyuntiva. El sentido del deber ser es muy importante para
que se produzca la claridad en el “darse
cuenta”. También es importante no
pretender enmendar un error, cometiendo otro error por acción u omisión por vulnerar
el deber ser.
Una población mayoritariamente convencida en
actuar según el deber ser, tiene mayor rapidez en actuar luego de haberse dado
cuenta. Dicho comportamiento colectivo origina mayor previsibilidad como país,
disminuye sustancialmente la percepción de riesgo desde la comunidad
internacional hacia ese país, y mejoran sustancialmente las condiciones de vida
sociales y económicas de la población.
Miguel Angel Di Ranni
Julio 19, 2014