La Constitución Argentina y las leyes descansan, como recurso de última instancia, en las personas físicas. Queda claro que a través de los años, los que han organizado la estructura normativa de un país, han pensado en las personas físicas como la reserva moral y ética que han de impedir que se logren los fines sin importar que para ello se vulneren las instituciones existentes en la Nación. Los tres poderes de nuestro país, y todas las organizaciones jurídicas que existen en el mismo exteriorizan su comportamiento o conducta a través de las personas físicas. Cada persona física puede tener y defender una ideología política, pero en el accionar teórico y práctico, dicha ideología nunca puede prevalecer por encima de la Constitución y de las leyes vigentes en nuestro país. Esto quiere decir que las personas físicas deben sentirse libres y no acatar la disciplina partidaria cuando la propuesta es manifiestamente inconstitucional, ilegal o contrario a lo ético y moral. L...