Siempre me he preguntado, si el sistema institucional y legal de nuestro país, tiene, en su contenido, los remedios legales, aun en casos de desmesuras inéditas como las vividas en los últimos años. Nuestra Constitución es maravillosa en cuanto a la sabiduría prevista por los constituyentes iniciales respecto de la división de poderes, el respeto a los derechos individuales y una diversidad de garantías con el objetivo de proteger a los más débiles, frente a los desvíos que pudieran originarse por parte de las mayorías, en el funcionamiento de la democracia en nuestra República. Pero me parece que los que redactaron nuestra Carta Magna partieron de un supuesto que, lamentablemente, no se ha verificado en la historia reciente de nuestra República: una mesura razonable desde el Poder Ejecutivo de nuestro país, y una independencia de criterio y de toma de decisiones concretas por parte de los miembros del Congreso, que se traduzca en privilegiar la Con...